Alguien tiene los apuntes de ISO?

Me llamo Beñat Bristow, hace siete años fui reclutado para estudiar en una facultad secreta de Deusto llamado ESIDE, juré no revelarlo, pero no pude ocultárselo a mi blog y cuando el jefe de ESIDE lo descubrió, hizo que le censuraran. Fue entonces cuando supe la verdad, ESIDE no forma parte de Deust, había estado trabajando para la gente contra la que creía estar luchando. Así que acudí al único lugar en el que podían ayudarme a destruirles, ahora soy agente doble del ICEX, donde mi contacto es el oficial Michael Vaughn. Solo hay otra persona que conoce la verdad acerca de mis actividades, otro agente doble infiltrado en ESIDE, una persona a la que apenas conozco, Lander Ramos.



Nadie ve Alias? por favor...os contaría mucho de la visita de el Deusto on Tour '08, pero los mismos viajantes me han hecho los deberes gratis! Así que copypasteo y os cuento su viaje (de mano de Eder-san), también me he permitido censurar parte de su texto (ñaag ñag ñag!):



Capítulo I: El reencuentro de los padawans
La llegada fue extraña, letras raras en los carteles, chicles para el sudor y muchísimo bochorno. Tras probar todo tipo de refrescos y caramelos "deliciosos", llegó el gran momento del reencuentro, aparecía el 14º componente de la expedición, un tal Beniato, muy elegantemente vestido para la ocasión, bombardeado a fotos, aplausos, abrazos y preguntas. Tras una buena dosis de cultura y gastronomía japonesa tocaba lo que todos estábamos deseando ese día: dormir.

Capítulo II: Los buitres en Akibahara
La mañana la dedicábamos en Asakusa a ver el templo shintoista de Senso-ji. Nuestro primer templo, de un total de infinito... Después nos dirigíamos al parque Ueno, no sin antes parar a comer en un restaurante que portaba una ikurriña, con "exquisita" comida española. Tras varios santuarios visitados, un mercado y un incesante y angelical cantar de las cigarras, llegábamos (con retraso) a nuestro punto de encuentro con Beñat, Akibahara. En medio de un bombardeo de preguntas y peticiones al pobre(multimillonario) portugalujo, entre otras cosas cayeron Nintendo DSs, PSPs, discos duros, tarjetas de memoria... (Domo Arigato Gozaimasu!!)

Capítulo III: El maestro Kung-Fu Panda
Después de perder el tren para Nikko, por causas aun por determinar, tuvimos que rehacer el plan B. Hicimos un crucero por la bahía de Tokyo, llegando al barrio de Odaiba, una especie de mini-Manhattan. Después nos dejamos seducir por los edificios de Ginza y el Palacio Imperial. Benyato y PinkPanther nos enseñaron su humilde morada, totalmente habilitada para las 14 personas allí presentes, sin tener que hacer turnos de 4 ¬¬. Finalmente fuimos al espectacular cruce, típico de película, en Shibuya. Allí cenamos en un Izakaya, y realizamos el reparto de pedidos y merecidos regalos a los anfitriones.(muchisísisisisisimas gracias de parte de ambos :)!)

Capítulo IV: La carrera interminable
Esta vez sí conseguimos llegar a tiempo y pudimos contemplar los preciosos templos de Nikko. Posiblemente los haya mas espectaculares, pero al ser la primera toma de contacto con el Japón más tradicional, a todos nos pareció increíble. Después estaba prevista una barra libre en un barco que salía de la bahía de Tokyo. Se mascaba la tragedia, todos estábamos mentalizados. Pero tras muchos imprevistos, y una espectacular carrera de 1500 en la que batíamos el récord olímpico, perdimos el barco (a pesar de que sus velas seguirán a día de hoy ancladas... en mitad de una plaza), dejando a nuestros pobres anfitriones en tierra (Sumimasen!!), por lo que nos tuvimos que conformar con visitar Roppongi y probar unas de las mayores delicias culinarias japonesas: el Ramen.


Capítulo V: Aprenda japonés con Antonio
Nos dirigimos a Kamakura, uno de esos pueblos llenos de espectaculares templos, entre los que destaca el Gran Buda, una estatua de 15 metros. Lo mas significativo de nuestra visita fue la facilidad de algunos miembros de la expedición en mantener bonitas conversaciones con niños y ancianos del lugar. Una vez en Yokohama subimos al edificio mas alto de Japón y cenamos en el Barrio Chino.

Capítulo VI: Opelación Tliunfo
Un día más volvimos a abusar de la generosidad de nuestro querido amigo. Mas consumismo en Yodobashi... esta vez PS3s, mas PSPs, cámaras... hubo de todo. Aunque también hubo sitio para visitar el barrio rojo (Kabukicho) y los altos edificios de Shinjuku, entre los que destaca el ayuntamiento. Pero lo mejor llegaba a la noche, en una inolvidable velada de karaoke, aderezada con nomihodai. Todo tipo de canciones reventaron nuestros tímpanos, desde Nirvana hasta Liza Minelli pasando por clásicos como Los Beatles o imprescindibles como Shin Chan. Cabe destacar también que conocimos al buen amigo Hiroshi.




Capítulo VII: Esos frikis rojiblancos
Fundamental hacer esta visita en domingo, no vimos demasiados frikis en Harakuyu, quizás los mas extravagantes éramos algunos de nosotros con nuestras camisetas del Athletic de Bilbao, pero nos encantó el parque, lleno de vida y de grupos de música noveles ofreciendo sus canciones. Después degustamos el sushi y el sashimi y nos dirigimos a unos baños Onsen, tras hacer compras en un todo a 100 (gorka) yenes. En los baños disfrutamos de nuestras mejores exhibiciones, hubo tanto campanas como submarinos. Una vez reunificados, llegó el triste momento de la despedida en la que no hubo lágrimas, es más, hubo felicitación al unísono de unos grandes amigos a un feliz cumpleañero.




La semana posterior nos trasladamos a Hiroshima, Mijayima, Kyoto, Nara y Osaka.
Hubo de todo: Trenes, cumpleaños, regalos, tartas, castillos, ciervos, toriis, templos, monos ladrones de culo rojo, montañismo, fotos robadas, béisbol, geishas, madrugones, jardines, zamburguesas, taxis, esperas, escalas, retrasos, pizzas, maletas, reclamaciones...


No quisiera terminar sin agradecer desde aquí toda la ayuda que nos han prestado la pareja portugaluja, lamentar todo el tiempo robado y pedir disculpas por todas las molestias causadas.




En fin, me restriego mi pañuelo de Naruto por los lacrimales y 心から muchas gracias por venir :), un abrazo de la felina rosácea y mío!